Las
películas de ciencia ficción siempre se han referido al presente,
aunque el tiempo de sus aventuras generalmente sea el de la
anticipación, el que aún no ocurre. Al filo del mañana (Edge
of Tomorrow. Dirección: Doug Liman. Coproducción de Estados Unidos
y Australia. 2014) la película taquillera de este fin de semana
protagonizada por Tom Cruise, se ubica en un futuro cercano, muy
parecido a nuestro presente y claramente influido por hechos
históricos relativamente recientes.
La
historia de Al filo del mañana
ocurre durante una invasión alienígena. Los extraterrestres llegan
a Europa, la van devastando rápidamente y la humanidad se presta
para dar una última batalla, antes de que lleguen a Inglaterra, como
si se tratara de un nuevo Día D, es decir, como si se reeditara el
desembarco de los aliados en Normandía.
Cage,
un publirrelacionista estadounidense interpretado por Cruise, llega
sin quererlo al campo de batalla. Es atacado por un alien
y muere. Inmediatamente después vuelve a despertar, exactamente un
día antes. Es como si fuera “el día de la marmota” en la
película Hechizo del tiempo (Groundhog
Day. Harold Ramis. Estados Unidos. 1993) donde Bill Murray debía
repetir una misma jornada hasta que le saliera bien.
Generalmente
en las narraciones cinematográficas los eventos únicamente se
presentan una vez. Son raras las repeticiones. Pero la historia de Al
filo del mañana se presta para
ver decenas de veces la misma escena con breves variantes.
Esta película nos presenta una de las nuevas
maneras que tenemos de vivir el tiempo. En la sociedad actual la
manera de vivir el continuo temporal es diferente a lo que había
sido antes. Por ejemplo, las tecnologías de la información y de la
comunicación permiten entrar en contacto de manera inmediata con
cualquier persona esté conectada a la red.
Pero
también expanden el tiempo, por ejemplo, de las jornadas laborales.
Por computadora, teléfono móvil o tablet
hay que estar conectado permanentemente con el centro de trabajo. El
maestro chatea con sus alumnos por Facebook en domingo o el ingeniero
a media noche da instrucciones para reiniciar la línea de producción
de una fábrica.
Pero hay otra experiencia del tiempo que se ha
modificado gracias a las narrativas de los video juegos. Las
películas generalmente van mostrando progresivamente los eventos.
Pero en los juegos electrónicos o digitales con interfaz de imágenes
en movimiento continuamente se reinicia la historia, hasta que las
habilidades del jugador le permiten llegar al fin de la historia.
Al
filo del pasado está basada en
una novela japonesa escrita por Hiroshi Sakurazaka y conocida
internacionalmente como “All You Need Is Kill”. No conozco ni la
novela ni el manga que inspiró, pero no es raro que este filme venga
de la imaginación nipona, maestros pioneros del video juego y
creadores de los mecas,
esa utopía de integración hombre y máquina que también sale en la
película.
La
ciencia ficción, al menos para mi, casi siempre resulta fascinante.
Incluso algo tiene está película, destinada a ser palomera cien por
ciento, pero que con paciencia podría mostrarnos algo interesante,
mas allá de la dirección de arte y los efectos especiales. Al igual
que X Men: Días del futuro pasado (X-Men:
Days of Future Past. Bryan Singer. Estados Unidos y ReinoUnido.
2014), Al filo del mañana puede
ser vista como un síntoma de que incluso al tiempo le pasa lo que a la vieja mula de los Simpsons que simplemente ya no es lo que era.
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