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miércoles, 11 de junio de 2014

Al filo del mañana


Las películas de ciencia ficción siempre se han referido al presente, aunque el tiempo de sus aventuras generalmente sea el de la anticipación, el que aún no ocurre. Al filo del mañana (Edge of Tomorrow. Dirección: Doug Liman. Coproducción de Estados Unidos y Australia. 2014) la película taquillera de este fin de semana protagonizada por Tom Cruise, se ubica en un futuro cercano, muy parecido a nuestro presente y claramente influido por hechos históricos relativamente recientes.
La historia de Al filo del mañana ocurre durante una invasión alienígena. Los extraterrestres llegan a Europa, la van devastando rápidamente y la humanidad se presta para dar una última batalla, antes de que lleguen a Inglaterra, como si se tratara de un nuevo Día D, es decir, como si se reeditara el desembarco de los aliados en Normandía.
Cage, un publirrelacionista estadounidense interpretado por Cruise, llega sin quererlo al campo de batalla. Es atacado por un alien y muere. Inmediatamente después vuelve a despertar, exactamente un día antes. Es como si fuera “el día de la marmota” en la película Hechizo del tiempo (Groundhog Day. Harold Ramis. Estados Unidos. 1993) donde Bill Murray debía repetir una misma jornada hasta que le saliera bien.
Generalmente en las narraciones cinematográficas los eventos únicamente se presentan una vez. Son raras las repeticiones. Pero la historia de Al filo del mañana se presta para ver decenas de veces la misma escena con breves variantes.
Esta película nos presenta una de las nuevas maneras que tenemos de vivir el tiempo. En la sociedad actual la manera de vivir el continuo temporal es diferente a lo que había sido antes. Por ejemplo, las tecnologías de la información y de la comunicación permiten entrar en contacto de manera inmediata con cualquier persona esté conectada a la red.
Pero también expanden el tiempo, por ejemplo, de las jornadas laborales. Por computadora, teléfono móvil o tablet hay que estar conectado permanentemente con el centro de trabajo. El maestro chatea con sus alumnos por Facebook en domingo o el ingeniero a media noche da instrucciones para reiniciar la línea de producción de una fábrica.
Pero hay otra experiencia del tiempo que se ha modificado gracias a las narrativas de los video juegos. Las películas generalmente van mostrando progresivamente los eventos. Pero en los juegos electrónicos o digitales con interfaz de imágenes en movimiento continuamente se reinicia la historia, hasta que las habilidades del jugador le permiten llegar al fin de la historia.
Al filo del pasado está basada en una novela japonesa escrita por Hiroshi Sakurazaka y conocida internacionalmente como “All You Need Is Kill”. No conozco ni la novela ni el manga que inspiró, pero no es raro que este filme venga de la imaginación nipona, maestros pioneros del video juego y creadores de los mecas, esa utopía de integración hombre y máquina que también sale en la película.
La ciencia ficción, al menos para mi, casi siempre resulta fascinante. Incluso algo tiene está película, destinada a ser palomera cien por ciento, pero que con paciencia podría mostrarnos algo interesante, mas allá de la dirección de arte y los efectos especiales. Al igual que X Men: Días del futuro pasado (X-Men: Days of Future Past. Bryan Singer. Estados Unidos y ReinoUnido. 2014), Al filo del mañana puede ser vista como un síntoma de que incluso al tiempo le pasa lo que a la vieja mula de los Simpsons que simplemente ya no es lo que era.

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