Drácula: la historia jamás contada (Título
original: Dracula Untold. País: Estados Unidos. Año: 2014),
película dirigida por Gary Shore, estrenada esta semana en circuitos
comerciales es la enésima versión hollywoodense del mito vampírico
transilvano.
Fuertemente influida por Drácula,
de Bram Stoker, (Dracula.
Dirección: Francis Ford Coppola. Estados Unidos. 1992) este nuevo
film definitivamente resulta redundante, innecesario y prescinde de
los elementos subversivos de las historias sobre Vlad El Empalador.
Según esta película, el protagonista, el príncipe Vlad, fue un
hombre que luchó, a su pesar y con métodos brutales, contra el
igualmente brutal imperio turco. Y cuando finalmente logró la paz y
vio en riesgo a su familia, pactó con algo así como el demonio (u
otro vampiro, no queda claro) para derrotar una nueva invasión con
poderes de la oscuridad.
La verdad es que la imagen del príncipe Vlad como padre de familia nomás no
funciona. Parece que el realizador quiere encajar esta película con
la de Coppola a fuerza de utilizar vestuarios y dirección de arte
similar, pero sdiendo menos original e impactante.
Y es que, si en la película de
Drácula, de Bram Stoker, el vampiro era un enamorado que vagaba por
las sombras y por el tiempo, han de haber pensado los guionistas que
lo “natural” era hacerlo no solo esposo, sino padre de familia.
El filme resulta un pastiche, una
pegote de las mas influyentes películas vampíricas. Están todas,
desde el Nosferatu de F. W. Murnau (Nosferatu, eine Symphonie des
Grauens. Alemania. 1922) hasta el de Werner Herzog (Nosferatu,
vampiro de la noche. Nosferatu:
Phantom der Nacht. República Federal de Alemania y Francia. 1979).
Incluso llegó hasta mi butaca el aliento de la saga Crepúsculo
(Twilight. Catherine Hardwicke.
Estados Unidos. 2008).
La principal diferencia es que ahora
Drácula es una especie de super héroe, capaz de derrotar a un
ejército de miles él solo, una especie de Hulk (Ang Lee. Estados
Unidos. 2003 y Hulk, el hombre increíble.
The Incredible Hulk. Louis Leterrier. Estados Unidos. 2008)
mezclado con Batman (Batman Inicia.
Batman Begins. Estados Unidos y Reino Unido. 2005) en unos escenarios
al estilo de El Señor de los Anillos: la comunidad del
anillo (The Lord of the Rings:
The Fellowship of the Ring. Peter Jackson. Nueva Zelanda y Estados
Unidos. 2001) pero menos perfectos.
Incluso este vampiro tiene la capacidad de andar de día, siempre y
cuando esté en la sombrita para no quemarse e incluso convoca a las
nubes para tapar el sol y poder dar la batalla. Es un guión
acomodado para darle las mayores facilidades a los realizadores.
Pero lo peor es la posición moral,
la que justifica las peores matanzas por el bien del pueblo (en
abstracto) y de la familia (en concreto). Ahora Drácula se vuelve un
defensor de los valores mas importantes para los sectores mas
conservadores de nuestra sociedad. Drácula:
la historia jamás
contada es una película condenada al olvido expédito, a ser
consumida como un producto de entretenimiento desechable y
posteriormente a sólo ser citada como ejemplo de una ideología
aberrante.
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