Translate

domingo, 8 de mayo de 2016

Taxi Teherán



El último film del disidente iraní Jafar Panahi: Taxi Teherán [2015] forma parte de la 60 Muestra Internacional de Cine. Ganadora del Oso de Oro en la última edición del festival de Berlín, es una entretenida reflexión sobre las películas y la sociedad, retrato no demasiado original del realizador en absoluta primera persona ubicado en la frontera del cine documental. 


Jafar Panahi maneja un taxi por la capital de Irán. Pasa, para quien lo reconoce, por una figura en desgracia. Antaño las películas de este realizador levantaron ámpula entre el conservador gobierno de esa república islámica. Por ejemplo: Offside [2007] narraba la historia de un grupo de mujeres que transgreden la prohibición de ir a un estadio de fútbol y son recluidas por las autoridades. Esta es una de sus películas prohibidas en su país natal.


Hace 6 años Panahi fue condinado a prisión domiciliaria. A pesar de que ha cumplido su condena pesa sobre él “la prohibición de realizar películas, escribir guiones, viajar al extranjero o dar entrevistas a medios extranjeros o locales”. Según sus abogados estas sanciones estaban realmente motivadas por su apoyo a la oposición electoral al régimen. Durante su prisión realizó No es una película [2011], burló a la censura sacándola clandestinamente del país y exhibiéndola en festivales europeos.


Ahora Jafar Panahi conduce un taxi. E intenta hacer una película sobre la realidad de su país. Él o, mejor dicho, su personaje, pone una cámara en el tablero de su coche. Desfilan individuos algunos al borde de contradicciones esquizofrénicas como el primero, quien se devela como un firme defensor de la pena de muerte de forma tal que sugiere la voluntad de suicidio. Luego es reconocido por un vendedor de películas piratas y nos da la clave para entender toda su película. Le menciona a Woody Allen.


Taxi Teherán no es un documental. Los realizadores del llamado nuevo cine iraní con la obra de Abbas Kiarostami y de Mohsen Makhmalbaf como arietes ya habían derrumbado la clásica división entre ficción y no ficción. Panahi, en su taxi, no va más allá. Se trata claramente de una puesta en escena ciertamente modesta, pero a todas luces bajo control, una narrativa poblada por un personaje que es la imagen pública que Panahi quiere proyectar, interpretado por él mismo, en el contexto verosímil de su propia ciudad y con referencias (auto) biográficas claras.


La última película de Panahi es una construcción en abismo como hace años la definió para el cine Christian Metz: película dentro de la película, obra desdoblada y reflejo de sí misma. Una reflexión sobre como el cine busca, encuentra y construye sus historias. Un no siempre agradable paseo por el pasado, repleto de amigos pero también de verdugos, censores e inquisidores. Un recorrido más mental que físico, aunque la cámara nunca deja de trasladarse, que llega hasta el futuro, representado por la sobrina del realizador que debe hacer, como tarea escolar, una película distribuible, algo que resulte visible dentro de los parámetros de la censura iraní.


La lección a pesar de ser obvia nunca deja de ser necesaria: la manipulación doctrinaria de la realidad es un viaje sin retorno a la negación, en primera instancia, de la persona. Quizá ahí la necesidad de Panahi para verse en pantalla. No es Michael Moore protagonizando un documental. Su modelo es Allen. Entonces, el director iraní es y no es el mismo que aparece en pantalla. La ficción le da la libertad de no comprometerse radicalmente con los hechos. Pero su voluntad es la de hablar en primera persona. Y para ello no hay estrategia más radical, en el cine, que construir un film sobre un film.


Su película no resulta tan original como 10 [Kiarostami 2002] ni tan cuestionadora del pasado propio como Un momento de inocencia [Makhmalbaf 1996]. Y si en la Cineteca Alameda (que finalmente ya colgó a su página de internet la programación de este mes) tuvieran la intención de crear un público cinéfilo, podría funcionar su proyección en la 60 Muestra Internacional como un texto de “Cine Iraní para Principiantes”. Pero creo que eso es mucho pedir tomando en cuenta los antecedentes de esta administración.

Taxi Teherán se exhibe mañana lunes 9 de mayo de 2016 en la Cineteca Alameda de San Luis Potosí. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario