El último film del disidente iraní Jafar
Panahi: Taxi Teherán [2015] forma parte de la 60 Muestra Internacional de Cine. Ganadora del Oso de Oro en la última edición del festival de Berlín,
es una entretenida reflexión sobre las películas y la sociedad, retrato no demasiado
original del realizador en absoluta primera persona ubicado en la frontera del cine documental.
Jafar Panahi
maneja un taxi por la capital de Irán. Pasa, para quien lo reconoce, por una
figura en desgracia. Antaño las películas de este realizador levantaron ámpula
entre el conservador gobierno de esa república islámica. Por ejemplo: Offside [2007]
narraba la historia de un grupo de mujeres que transgreden la prohibición de ir
a un estadio de fútbol y son recluidas por las autoridades. Esta es una de sus
películas prohibidas en su país natal.
Hace 6
años Panahi fue condinado a prisión domiciliaria. A pesar de que ha cumplido su
condena pesa sobre él “la
prohibición de realizar películas, escribir guiones, viajar al extranjero o dar
entrevistas a medios extranjeros o locales”. Según sus abogados estas
sanciones estaban realmente motivadas por su apoyo a la oposición electoral al
régimen. Durante su prisión realizó No es una película
[2011], burló
a la censura sacándola clandestinamente del país y exhibiéndola en
festivales europeos.
Ahora
Jafar Panahi conduce un taxi. E intenta hacer una película sobre la realidad de
su país. Él o, mejor dicho, su personaje, pone una cámara en el tablero de su
coche. Desfilan individuos algunos al borde de contradicciones esquizofrénicas
como el primero, quien se devela como un firme defensor de la pena de muerte de
forma tal que sugiere la voluntad de suicidio. Luego es reconocido por un
vendedor de películas piratas y nos da la clave para entender toda su película.
Le menciona a Woody Allen.
Taxi Teherán no es un documental. Los realizadores del
llamado nuevo cine iraní con la obra de Abbas
Kiarostami y de Mohsen
Makhmalbaf como arietes ya habían derrumbado la clásica división entre
ficción y no ficción. Panahi, en su taxi, no va más allá. Se trata claramente
de una puesta en escena ciertamente modesta, pero a todas luces bajo control,
una narrativa poblada por un personaje que es la imagen pública que Panahi quiere
proyectar, interpretado por él mismo, en el contexto verosímil de su propia
ciudad y con referencias (auto) biográficas claras.
La última
película de Panahi es una construcción en abismo como hace años la definió para
el cine Christian
Metz: película dentro de la película, obra desdoblada y reflejo de sí
misma. Una reflexión sobre como el cine busca, encuentra y construye sus
historias. Un no siempre agradable paseo por el pasado, repleto de amigos pero
también de verdugos, censores e inquisidores. Un recorrido más mental que
físico, aunque la cámara nunca deja de trasladarse, que llega hasta el futuro,
representado por la sobrina del realizador que debe hacer, como tarea escolar,
una película distribuible, algo que resulte visible dentro de los parámetros de
la censura iraní.
La lección
a pesar de ser obvia nunca deja de ser necesaria: la manipulación doctrinaria
de la realidad es un viaje sin retorno a la negación, en primera instancia, de
la persona. Quizá ahí la necesidad de Panahi para verse en pantalla. No es
Michael Moore protagonizando un documental. Su modelo es Allen. Entonces, el
director iraní es y no es el mismo que aparece en pantalla. La ficción le da la
libertad de no comprometerse radicalmente con los hechos. Pero su voluntad es
la de hablar en primera persona. Y para ello no hay estrategia más radical, en
el cine, que construir un film sobre un film.
Su película
no resulta tan original como 10
[Kiarostami 2002] ni tan cuestionadora del pasado propio como Un momento de
inocencia [Makhmalbaf 1996]. Y si en la Cineteca Alameda (que
finalmente ya colgó a su página de
internet la programación de este mes) tuvieran la intención de crear un
público cinéfilo, podría funcionar su proyección en la 60 Muestra Internacional
como un texto de “Cine Iraní para Principiantes”. Pero creo que eso es mucho
pedir tomando en cuenta los antecedentes de esta administración.
Taxi Teherán se exhibe
mañana lunes 9 de mayo de 2016 en la Cineteca Alameda de San Luis Potosí.
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