Yo no tengo nada
en contra de Lars von Trier. Al contrario. Creo que ha de ser una
pesada carga autoimpuesta el aspirar al título del mejor director de
cine del mundo. Desde sus primeras películas quedaba claro que la
obra del director danés no iba a estar exenta de grandes ambiciones.
Europa
(coproducción de España, Dinamarca, Suecia, Francia, Alemania y
Suiza. 1991) es un gran logro técnico, si nos atenemos a los
recursos disponibles en el momento. Esta película (con sus
transiciones del color al blanco y negro y sus planos de amantes que
se despiden dándose la mano de un tren a otro) abrió un camino
hiperestilizado que Trier transitaría con regularidad.
Lars von Trier a
recurrido a todo tipo de embellecimientos de la imagen en filmes como
Europa, Anticristo (Antichrist. Dinamarca, Alemania, Francia,
Suecia, Italia y Polonia. 2009) y Melancolía (Dinamarca,
Suecia, Francia, Alemania. 2009). ¿Para qué utiliza tan sofisticado
aparato fílmico? Para contar historias y abordar temas que, como
espectadores, incluso antes de ver la película asumimos como
perturbadores: en estas películas niños mueren en cámara lenta,
clítoris se cercenan en gran acercamiento de cámara, el mundo
termina con junto con sus melancólicos habitantes gracias al uso de
bellos efectos generados por computadora.
La belleza o sobre
estilización de algunas de las películas de Lars von Trier se tensa
con las oscuridades del alma humana que pone es escena el cineasta
danés, padre del movimiento Dogma. Precisamente hablando del
dogma95, hay que aclarar que esas películas hiper estilizadas son
sólo una línea en la producción total de Lars von Trier.
En otros filmes ha
prescindido de cualquier aproximación a lo bello en el cine y, al
contrario, pretende desnudarlo de sus artificios. Probablemente su
obra maestra va en esa línea. Me refiere a Contra viento y marea
(Breaking the Waves. Dinamarca,
Suecia, Francia, Holanda, Noruega, Islandia y España. 1996).
Martin Scorsese dijo que pocas veces en el cine actual se trataba la
sexualidad como en Contra viento y marea.
Probablemente la
mas excesiva en cuanto a la confrontación con el público en la
arena estética y temática sea Dogma 2: los idiotas
(Idioterne. España, Dinamarca, Suecia, Francia, Holanda, Italia.
1998). Filmada en video, como si realmente quisiera pasar por el
trabajo de un aficionado, con una escena de orgía en la que los
actores principales fueron doblados por actores porno, Dogma 2:
los idiotas ha sido casi completamente incomprendida.
El extremo de la
desnudez fílmica de Lars von Trier ha sido Dogville (Dinamarca,
Suecia, Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda, Noruega, Finlandia,
Italia. 2003). En esta película el director parece decirnos: “miren,
es tan bueno mi trabajo con los actores que no necesito de nada mas.
Puedo prescindir de los escenarios y ustedes considerarán que la
película siegue siendo grandiosa”.
Y sin embargo, yo
personalmente no tengo nada en contra de Lars von Trier. Es un tipo
listo, quizá un poco angustiado, que le gusta burlarse un poco.
Burlarse un poco del cine y un poco de los espectadores.
Ninfomanía es
su última película. Un resumen de sus dos tendencias de trabajo.
Una demostración de que compite por el título del mejor director
del mundo, por eso puede armar un gran reparto y plantear una
película que se sale de lo común por sus pretensiones y excesiva
intelectualización.
De Ninfomanía
publicaré un texto muy pronto, en este mismo espacio.
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