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viernes, 18 de diciembre de 2015

Star Wars: Episodio VII - El Despertar de la Fuerza


Hoy más que nunca el cine de Hollywood es un negocio de alto riesgo tomando en cuenta que una película cuesta 200 o más millones de dólares. ¿Dónde prefieren invertir las empresas esas cantidades? ¿En esquemas novedosos? ¿En propuestas que pretendan sorprender al público? ¿O en la repetición ya no digamos de fórmulas sino de esquemas completos? ¿O en seducir al público para que vaya a ver algo que ya conoce?

En otros tiempos las películas de mayor éxito también eran películas originales, como lo señala Mark Cousins en su “Historia del cine”. El exorcista [Título original: The Exorcist. Dirección: William Friedkin. País: Estados Unidos. Año: 1973], Tiburón [Jaws. Steven Spielberg. Estados Unidos. 1975] y La guerra de las galaxias [Star Wars. George Lucas. Estados Unidos. 1977] a pesar de sus adscripciones genéricas e incluso más allá de sus referencias a otros filmes tenías aspectos cinematográficos nunca antes vistos.
Pero después de ellos en Hollywood se ha implementado el esquema de las franquicias, es decir de las películas que tratan sobre temas ya probados y aprobados por el público: adaptaciones de best sellers, comics, series de televisión y relanzamientos, secuelas y precuelas de otros filmes.
Con el fin de seguir explotando la franquicia de Star Wars Disney la compró a George Lucas por casi 4 billones de dólares. La expectativa de los ejecutivos debe ser que esa inversión les reditue por lo menos 10 veces más y no sólo con las películas, sino con todas las mercancías que se relacionan con la marca de La Guerra de las Galaxias. Su escaparate es la pantalla del cine y las películas son un gran spot como bien lo señala Esteve Rimbau en su libro “Hollywood en la era digital”.
El estreno nocturno de Star Wars: Episodio VII - El Despertar de la Fuerza [Star Wars: The Force Awakens. J.J. Abrams. 2015] que, según reportes de la prensa, convocó a más de 205 mil personas y el entusiasmo que percibo en las redes sociales hacen pensar que la fórmula ha funcionado, aunque falta tener acceso a las cifras de boletos vendidos el primer fin de semana que son un elemento fundamental en la medición del éxito por parte de la industria del cine.
Pero creo que el esquema repetitivo del negocio de las franquicias ha llegado a un nuevo nivel. Ya he argumentado en otra entrada que la originalidad de la saga de Star Wars no es su fortaleza. Antes bien y desde el principio siempre fue concebida como un pastiche. Sin embargo percibo a El Despertar de la Fuerza... como una exageración, un acto de autoantropofagia, donde Saturno no devora a sus hijos, sino a su propio padre. Se trata de un descarado auto plagio. Más allá de la cita es una calca evidente de la primera película con guiños al resto de la saga.
Un resumen mínimo del arranque de la película lo demuestra. Un piloto de la Rebelión recupera un mapa para llegar hasta el último Jedi. La Primera Orden (sucedánea del Imperio Galáctico) también quiere esa información depositada en un androide que llega a las manos de una joven huérfana que vive en un planeta desértico. Y aquí apelo a su confianza para sólo señalar que las equivalencias siguen a lo largo de toda película y si no las señalo es para no vender la trama entera.
El truco del guión tiene que ver con asignar las mismas funciones de la primera película a otros personajes en la séptima. Así Han Solo pasa a ser Obi Wan Kenobi, 8 BB, R2D2 y Rey, Luke Skywalker. La estrategia se torna sangronsísima cuando se empiezan a repetir diálogos y utilería de manera nada discreta.
Lo único que se les ocurrió en Disney, para seguir sacando jugo de la historia, es volver a filmar el guión de La guerra de las galaxias de 1977. Es cierto que la cita es fundamental en esta película. Pero las que hizo Lucas denotaban una cultura fílmica enriquecida por el cine popular americano y por los personajes y esquemas de La fortaleza escondida [Kakushi-toride no san-akunin. Akira Kurosawa. Japón. 1958]. Pero en la película de J. J. Abrams el asunto se empobrece al nutrirse de una sola fuente: el propio George Lucas.
Yo comparto la idea de Mark Cousins [The Story of Film: An Odyssey. Reino Unido. 2011] de que el verdadero motor del cine es la innovación. Ni siquiera el negocio ni el glamour dinamizan las películas como la búsqueda de la originalidad. Por ello le doy tanta importancia y he valorado los aportes incluso delos peores momentos de la saga. Por ello también creo que El Despertar de la Fuerza... es su nivel más bajo porque nos han vendido un vil recalentado como si fuera la sopa del día. ¿No se enfadan ustedes cuando eso pasa en un restaurante?

1 comentario:

  1. Incluso algo asi me imagine, la historia se repite como Luke y Leia (hijos de Vader), en este caso ahora es el hijo de Han Solo, que tiene las raíces de su abuelo Vader, pero algo parecido a los capítulos de los hijos de Anakin Skywalker y Padme...

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